Hay algunos trabajos de fontanería que aunque parezcan muy complicados podemos efectuar nosotros mismo si tenemos el cuidado de seguir al pie de la letra las instrucciones. Este es el caso de la instalación de un termo eléctrico, con un poco de maña y siguiendo nuestros consejos podrás sustituir un equipo averiado o colocar un termo de apoyo en alguna zona de la casa donde necesites agua caliente.
Eso sí, no es una labor para principiantes, por lo que si tienes alguna duda es preferible que contactes a un fontanero profesional para que realice la instalación de forma segura y garantice el correcto funcionamiento del equipo.
Dependiendo de tus necesidades podrás encontrar termos eléctricos de distintas capacidades, e incluso con formas de colocación vertical u horizontal, que se adecuan a diferentes condiciones de espacio. Lo importante es tener muy claro cuál es el uso que le darás y cuántas personas lo utilizarán, para poder elegir el modelo que más te conviene.
Antes de comenzar a trabajar asegúrate de tener a mano todos los materiales y herramientas que vas a necesitar. Además del termo requerirás latiguillos reforzados, una válvula de seguridad y una válvula reductora de presión. Igualmente necesitas un mezclador termostático, cinta de teflón y tacos y tornillos, especiales para el anclaje de sanitarios.
Que no falten en tu cajón de herramientas una taladradora, un nivel de burbuja, un destornillador, un soplete y llaves inglesas, para que puedas realizar un trabajo profesional. Y para mayor comodidad y seguridad, utiliza una escalera con la altura apropiada para alcanzar el espacio donde harás la instalación del termo eléctrico.
Por otra parte, si necesitas hacer empalmes para modificar las tomas te harán falta tubos de cobre, manguitos, racores y codos, así como decapante, e hilo de aleación de estaño plata para la soldadura y soplete.
Instalación de un termo eléctrico vertical u horizontal
Tal como adelantamos anteriormente existen modelos de termos verticales y horizontales, e incluso hay algunos reversibles. Los termos eléctricos verticales son los más utilizados, pues necesitan poco espacio para su instalación y aprovechan el 100% de su capacidad para surtir agua caliente, debido a que por leyes físicas, el calor tiende a subir hacia las canalizaciones, mientras que el frío suele bajar. Además, resultan mucho más cómodos al momento de tener que realizar alguna reparación, pues es el acceso es mucho más fácil.
Lo ideal es colocar el termo eléctrico lo más cerca posible del lugar donde necesites el agua caliente, para evitar pérdidas de temperatura. Por eso, generalmente se instalan en los baños o la cocina. Sin embargo, si no tienes espacio suficiente puedes colocarlo en un armario superior o un altillo, siempre que tengas cerca tomas de agua fría y caliente y un enchufe.
Instalación de un termo eléctrico paso a paso
Lo primero que debes hacer es tomar la medida de la distancia entre las patas de anclaje situadas en la parte trasera del termo. Marca con un lápiz la ubicación de los tornillos en la pared, para guiarte al momento de hacer los agujeros con la taladradora. Es importante que identifiques las llaves de corte de escuadra del agua fría y caliente, así como la posición del enchufe, para elegir el lugar exacto donde colocarás del termo. Deben quedar lo más cerca posible.
Utiliza el nivel de burbuja y el flexómetro para marcar el punto del primer tornillo, que corresponde a la patilla del soporte lateral. Apoyándote en el nivel, traza después una línea vertical hacia arriba, desde el punto del anclaje marcado hasta la altura de los anclajes superiores, de acuerdo a las medidas que previamente tomaste en el termo.
Haz los agujeros y coloca los tacos, teniendo el cuidado de elegir el tipo de taco que resulte apropiado para tu pared. En cualquier caso, utiliza siempre tacos de al menos 10 mm, y coloca las tuercas y arandelas de apriete.
Muchos modelos de termos incluyen en las instrucciones una plantilla de instalación, por lo que podrás saltarte algunos de los pasos anteriores. Por otra parte, si consigues algún ayudante, la mejor manera de trasladar las medidas a la pared y hacer las marcas, es posicionando el termo en la pared y marcando directamente los puntos de sujeción.
Una vez que hayas comprobado con el nivel que los tacos están alineados, puedes colocar la varilla roscada del anclaje en los agujeros. Para que el ajuste sea más seguro, utiliza la llave inglesa para terminar de apretarla.
Ahora ya podrás colgar el termo en sus anclajes, pero como se trata de un equipo pesado, asegúrate de que esté bien sujeto antes de soltarlo. Aprieta las tuercas de sujeción en el vástago de la varilla de anclaje usando el destornillador.
En la base del termo debes colocar los dos manguitos antielectrolíticos. La rosca de entrada de agua tiene una señal verde, mientras que la salida del agua caliente está identificada con una marca roja.
A continuación, enrosca la válvula de seguridad en el manguito electrolítico del agua fría. Este dispositivo protegerá el equipo de los aumentos de presión. Si hubiera un exceso de presión, la válvula evacuará agua para reducirla. Por esto se recomienda colocar una boca de evacuación, si tienes un desagüe sifónico cerca. En caso contrario tendrás que colocar un tubo flexible de PVC que pueda hacer discurrir el agua hasta el desagüe. Por otra parte, es recomendable que cubras con teflón las roscas y juntas, para evitar filtraciones o fugas.
Los latiguillos reforzados deben enroscarse a la válvula de seguridad en la entrada de agua fría, mientras que el manguito electrolítico debe conectarse a la salida del agua caliente. Aprieta bien estos elementos con la ayuda de la llave inglesa, pero ten cuidado para que la parte plana del latiguillo no se tuerza o doble al apretar. Para ello debes sujetarla mientras utilizas la llave. Finalmente, enrosca los latiguillos a las llaves de escuadra.
Antes de conectar el termo debes asegurarte de que no haya fugas de agua, por lo que debes abrir la llave de paso y comprobar que estén bien selladas las juntas y conexiones. Asimismo, tendrás que purgar el aire del circuito, pues durante la instalación pueden formarse burbujas de aire en el equipo. Basta con abrir el grifo y dejar correr el agua hasta que estés seguro de que no queda aire dentro. En ese momento ya podrás conectar tu termo eléctrico y disfrutar del agua caliente donde sea que la necesites.